Con "El testamento ológrafo otorgado por personas que escriben con la boca o con el pie", Rosa Peñasco consigue demostrar, tanto en teoría como en la práctica a través del estudio de casos reales, que personas que no tienen manos o no pueden utilizarlas para escribir son plenamente capaces de otorgar testamento ológrafo, escribiéndolo o con la boca o con el pie.De esta forma, la autora desmonta algunas teorías y corrientes jurídicas que realizando una interpretación literal y parca de la ley, han llegado a la nefasta conclusión de que sólo quienes tienen manos pueden otorgar este tipo de testamento.Además de ser inconstitucional y resultar casi insultante una afirmación de tal calibre, sobre todo en un país del siglo XXI en el que como es lógico no puede discriminarse a nadie por ninguna circunstancia como es la de sufrir una determinada discapacidad, con un análisis histórico, legislativo y hasta etimológico de algunos giros lingüísticos, tipo de propia mano, de mano, o de puño y letra, con los que se ha identificado el testamento ológrafo simplemente con ánimo de incidir en que debe ser redactado por el propio testador y no por terceras personas, Rosa Peñasco consigue actualizar estos arcaicos y discriminatorios argumentos manifestando con su trabajo que, muchas veces, la discapacidad no reside en el cuerpo y sí en el cerebro y en el corazón... |