Desde la época griega, la concepción de temporalidad ha tenido una implica-ción dinámica y permanente, que entraña un espíritu de preponderancia en Parménides bajo circunstancias gobernadas por acontecimientos dispuestos esencialmente en forma de entidades históricas apoyadas en un diagrama que cobra sentido a través de la memoria. Ahora bien, cuando se habla de memoria, que es el objeto al que nos vamos a referir en este evento, es preciso dar cuenta de la correlación simultánea entre tiempo y espacio, estableciendo también relaciones expresadas mediante la imagen, en tanto es portadora de temporalidad y testimonio, y desde la cual se confiere a lo que aparece representado, evidencias particulares, producidas mediante configuraciones que hacen visible todo aquello que pertenece a la imaginación y al entendimiento visual, pero que además, en el sentido fijado por ella comporta una relación mutua y compatible con eidos y con imago. |