En Colombia, nuestra particularidad, al igual que todas aquellas producidas por las luchas que pugnan por la emergencia de un pueblo y por las que se afianza uno u otro modo de organización social, expresa el obrar conjunto de las violencias del caos y el orden. Motivo por el que este texto recorre algunos de los eventos por los que nuestro país ha transitado en los últimos cuatro decenios: historias de familia cuya secuencia proviene de tres generaciones y que constituyen las memorias con las que se forjan las rutinas de la sujeción y de la emancipación, las costumbres de la obediencia y de la desobediencia, los rituales del provecho y de la explotación y con las que se renueva el mito perpetuo de la vida y la muerte. |