Un fin de semana, unos pocos meses despu#65533;s del glorioso despertar de mi trasero, John y yo fuimos en un viaje por carretera. Me inclin#65533; a ambos lados y levant#65533; mi falda hasta mis caderas para que pudiera descansar su mano en mi culo mientras conduc#65533;a. El sol entraba a trav#65533;s del techo corredizo abierto y mi trasero se sent#65533;a c#65533;lido a pesar de su casi desnudez. #65533;C#65533;mo disfrutaba de esa sensaci#65533;n ahora!De repente, el claxon de un tr#65533;iler son#65533;."#65533;Oye!", o#65533; a un hombre gritar. "#65533;Eh, gran carga!"Hace un a#65533;o, me habr#65533;a mortificado. Ya no.Voltee a mirar. Un semirremolque viajaba junto a nosotros. El copiloto me miraba el culo desnudo. El conductor se inclinaba, tratando de alcanzar a ver."#65533;Les gusta lo que ven, chicos?", grit#65533;, mov#65533; mi cuerpo en el asiento para que mis nalgas se sacudieran."#65533;OOOOH-EEEEH! #65533;Agita ese culo, mami! "En ese momento, algo se apoder#65533; de m#65533;. Era como si la bestia que por tanto tiempo hab#65533;a sido enjaulada en mi trasero, finalmente, se hab#65533;a liberado. Quer#65533;a salir. Completamente.Desabroch#65533; el cintur#65533;n de seguridad y salt#65533; a mi asiento. Me deslic#65533; con esfuerzo a trav#65533;s del techo abierto, todo y culo. Me baj#65533; la ropa interior, levant#65533; mi |